Los españoles siguen la dieta mediterránea, pero ‘a medias’
Según una noticia publicada el pasado día 4 de junio en el Diario El Mundo. La dieta que siguen los españoles en la actualidad sólo se adhiere a la mediterránea en menos de un 50%, según ha señalado este martes la profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Carmen Cuadrado.
Así lo ha explicado la experta con motivo de la celebración de la jornada ‘Verdades y mentiras sobre las dietas de adelgazamiento‘ que han organizado conjuntamente el Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud, y la Universidad CEU San Pablo de Madrid en las dependencias de esta última.
A su juicio, según señala el Ministerio de Agricultura en su página web, el hábito alimenticio que siguen los españoles tiene una valoración de 4 sobre 9 en cuanto a su adhesión a esta dieta. Por ello, sostiene que «es un error pensar que la dieta española es una dieta mediterránea tradicional».
Además, sostiene que los profesionales sanitarios han «fallado» a la hora de dar el mensaje a la población, ya que se ha obviado en algunas ocasiones que este régimen «es una dieta de combinación de alimentos». En este sentido, Cuadrado explica que el aceite, que es uno de sus elementos principales, «no es nadie por sí sólo», por lo que destaca la importancia «del pan, las legumbres o el tomate».
No obstante, para ella, la mejor dieta es «la que se puede mantener toda la vida», debiendo ser ésta «moderada, equilibrada y variada«. Por ello, destierra las denominadas dieta milagro, como es «la de las seis semanas».
Huir de los productos adelgazantes
Otro elemento de debate es el de los productos milagro, los cuales se encuentran en las farmacias y clasifica en «diuréticos, laxantes y quemagrasas». En su opinión, éstos «pueden ser interesantes si son prescritos por un médico para determinadas patologías», pero utilizarlos con fines de adelgazamiento «no es recomendable para la salud».
De cualquier forma, sí reconoce que «algunos pueden ayudar como placebo«, pero nunca por sí solos, ya que deben estar acompañados «de un plan de adelgazamiento y de ejercicio». Aunque indica que como farmacéutica debe denunciar este hecho, sostiene que estos profesionales «hacen mucha caja con ellos, ese es el problema».
En la misma línea se muestra el dietista y nutricionista Juan Revenga, que afirma que el mal uso de los productos milagro es «un peligro», y es que, «la mayor parte de ellos incumplen la legislación publicitaria y no tienen que demostrar su eficacia», algo que sí deben hacer los fármacos.
Dietas milagro, sin rigor científico
Ciñéndose a las dietas milagro, el experto manifiesta que éstas son «mitos inabarcables», entre los que encuentra los regímenes por grupos de alimentos, como «el pan, la fruta o el alcohol». Así, expone que éstos «tienen su prospecto», por lo que cada uno tiene «su frecuencia de consumo recomendada».
«Millones de personas están practicando una dieta milagro que carece de rigor científico», como pueden ser la hiperproteica, también conocida como Dukan, o la denominada de la enzima prodigiosa, ha advertido el catedrático de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo, Gregorio Varela. Y más con la llegada del verano.
En cuanto a las hiperprotéicas, Revenga sostiene que están «en la cresta de la ola, aunque bajando un poco». Sobre éstas subraya que, además de que provocan «efecto yoyó y estrés metabólico», no hay evidencia científica de que sirvan para adelgazar «a largo plazo», afirmación por la que recomienda no hacer una dieta de adelgazamiento de este tipo «nunca».
Hay que planificar lo que se come
A su parecer, las restricciones de estas dietas desembocan en que se vuelva a la antigua, que es la que ha provocado «la ganancia de peso». Por ello, apuesta por escudriñar qué es lo que ha hecho que se haya llegado al sobrepeso o la obesidad «y plantear estrategias de por vida para que no vuelva a suceder».
De este modo, y aunque asegura que no se ha llegado a un consenso todavía en relación al número de comidas que deben hacerse al día, aconseja a nivel personal que las personas organicen su alimentación diaria». Este hábito «evitará un hambre especial».
Por su parte, Varela indica que las tasas de sobrepeso y obesidad que hay en España hacen que haya «un semáforo en naranja o rojo», y es que, según la Encuesta Nacional de Salud, estos problemas afectan «a un 65% de los hombres adultos, a un 45% de las mujeres y a uno de cada tres niños».
Por ello, y porque hace años «no se llegaba al 10% en los menores», advierte de cuánto puede crecer esta problemática si no se frena. De ahí la importancia del evento, que ha reunido a más de 300 personas para tratar temas como «qué es lo que hace engordar o adelgazar, cómo ven los padres a sus hijos o las barreras actuales para perder peso», explica.
Además, las jornadas también incluyen el problema de «la no socialización actual que se hace con los alimentos». Para Varela, ya no se come en torno a una mesa y «más del 10% de las cenas se hacen en el sofá o delante de una pantalla», lo que hace que las personas se alimenten «sin racionalizar».
Por último, el director de Proyectos del Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud, Alfonso Perote, expone la importancia que tiene «la forma de cocinar«. «Ahora el estofado tiene un mínimo de verduras y mucha carne, cuando antes era el revés», concluye como ejemplo.
Fuente & Imagen: El Mundo