Berenjenas para dar la bienvenida al otoño

Esta semana nuestro menú cardiosaludable comienza con unas berenjenas rellenas de arroz. Dado su escaso valor energético, la berenjena puede formar parte de cualquier dieta cardiosaludable y ayudarnos a mantenernos en peso, siempre y cuando la elaboremos con poca grasa, como por ejemplo, asada, hervida, al vapor, rehogada, o acompañando a otras verduras en una crema. Además, los compuestos que la dotan de ese ligero sabor amargo favorecen la función hepática y de la vesícula biliar, lo que facilita la digestión. El color característico de esta hortaliza, se debe a su contenido en antocianinas, unos pigmentos vegetales de gran poder antioxidante.

El segundo plato que os proponemos esta semana consiste en congrio a la cazuela. El congrio pertenece a los denominados pescados semigrasos debido a la moderada cantidad de grasa, principalmente poliinsaturada, que contiene. También aporta proteínas de alto valor biológico lo que complementará nuestro primer plato. Además, la carne de congrio es una fuente importante de minerales, principalmente magnesio y potasio, imprescindibles para la transmisión del impulso nervioso y para la actividad muscular.

Para terminar nuestro menú y despedirnos como es debido del verano, hemos elegido las frutas reinas de esta temporada, el melón y la sandía. Podemos preparar este postre con ayuda de nuestros niños, dejando que sean ellos quienes ensarten los trozos de fruta en las brochetas a su gusto, de esta forma les haremos la fruta más atractiva.

Berenjenas rellenas de arroz

Ingredientes :

400 gr. de berenjena, 1 cebolla, 2 calabacines, 2 tomates, 140 g. de arroz, 30 ml. de aceite de oliva virgen.

Preparación :

Lavar la berenjena, quitar el tallo y cortar por la mitad. Cocerla durante 15 minutos en agua con sal. En otra cazuela cocer el arroz. Pelar y picar muy finos la cebolla, el calabacín y el tomate. Saltear las verduras en una sartén con aceite. Escurrir la berenjena y quitarle la pulpa. Mezclar la pulpa con las otras verduras y el arroz y volver a rellenar la berenjena.

Congrio a la cazuela

Ingredientes :

500 g congrio cortado en cuatro rodajas, 2 cebollas, 2 puerros, dos tomates, un diente de ajo, 30 g de harina, pimentón, perejil, 1 vaso de agua o caldo de pescado, 20 ml de aceite de oliva virgen.

Preparación :

Pelar y trocear finamente la cebolla, el puerro, el tomate y el ajo. En una cazuela con aceite sofreímos la cebolla, el puerro y el ajo y una vez que estén blandos añadimos el tomate. Colocamos sobre la capa de verduras las rodajas de congrio dando vuelta y vuelta para que se haga por los dos lados. Cuando está hecho por la superficie y la verdura está blanda, espolvorear con la cucharadita de pimentón y de harina y remover todo con cuidado. Añadir un vaso de agua o caldo de pescado y dejar que dé un hervor hasta que ligue la salsa y se termine de cocinar el pescado. Antes de servir espolvorear el perejil muy picado sobre las rodajas de congrio.

Brocheta de melón y sandia

Ingredientes :

400 g de melón y 400 g de sandía

Preparación :

Abrir el melón y la sandía, pelar y cortar en dados ambas frutas a un tamaño parecido. A continuación formar las brochetas insertando las frutas en los palillos de madera, alternando el melón y la sandía.

Valor nutricional total del menú (por ración)

Energía: 713 kcal

Proteínas: 37g. (20%)

Hidratos de carbono: 88g. (50%)

Grasas totales: 24g. (30%)

Saturados: 4g. (5%)

Monoinsaturados: 15g. (19%)

Poliinsaturados: 4g. (5%)

Colesterol: 49 mg

Fibra: 11 g

Sodio: 274 mg.

Comida tipo de un día, planificada para una dieta de 2.000 kcal, con una distribución de principios inmediatos equilibrada, un aporte graso principalmente de origen monoinsaturado y un contenido bajo en grasas saturadas y colesterol. Esta comida incluye 30 g de pan blanco (una pulga).

El Anisakis

La anisaquiosis o intoxicación por anisakis es un problema sanitario especialmente importante en aquellos países con un elevado consumo de pescado. Es en Japón, por razones obvias (consumo de pescado crudo), donde se localizan más del 95% del total de casos registrados en el mundo. Sin embargo, en España y otros países occidentales, el número de casos va en aumento en gran parte por la aparición de nuevas tendencias gastronómicas basadas en el consumo de pescado crudo o poco cocinado.

Los parásitos de la familia anisakis tienen un tamaño reducido, normalmente de unos tres centímetros de longitud y menos de un milímetro de diámetro y un color blanquecino, casi transparente lo que los hace pasar inadvertidos en muchas ocasiones.

Son las larvas, ingeridas vivas por el ser humano al consumir  pescado crudo o insuficientemente cocinado, las que desencadenan  los problemas digestivos, dolor abdominal agudo, náuseas y vómitos, son algunos de los síntomas de la intoxicación. Además, existe la posibilidad de alergias asociadas al consumo de este parásito. Con lo que la prevención es el punto principal donde debemos intervenir.

El anisakis, al igual que los demás parásitos son muy sensibles a las bajas temperaturas, con lo que podemos destruirlo simplemente por congelación a temperaturas inferiores a -20ºC durante 24-48 horas. Es por esto que actualmente la ley obliga a los establecimientos donde se ofrece pescado crudo o poco cocinado (sushi, boquerones en vinagre…) a congelarlo previamente antes de prepararlo.