Mantener la actividad física regular y evitar la obesidad mejora la supervivencia

La actividad física continua, el mantenimiento del peso y no fumar tienen interacciones en términos de reducir el riesgo de mortalidad por todas las causas, incluido el cáncer. Para vivir más tiempo es fundamental mantenerse físicamente activo y mantener el peso bajo control. El aumento de la actividad física es una estrategia global simple, ampliamente aplicable y de bajo costo que puede reducir la mortalidad global y la enfermedad cardiovascular a lo largo de la vida.

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el mundo y representa un tercio de la mortalidad total. Tres de cada cuatro muertes cardiovasculares y más del 80% de las muertes prematuras atribuibles a enfermedades no transmisibles ocurren en países de ingresos bajos y medios. Por lo tanto, las estrategias preventivas para abordar la mortalidad prematura y, en particular, la mortalidad cardiovascular representan un importante objetivo de salud pública no solo para los países desarrollados, sino también para los países en vías de desarrollo. Las estrategias preventivas más eficaces y sostenibles deben basarse en una dieta y un estilo de vida saludable.

Según la evidencia observacional existente, la Organización Mundial de la Salud en sus pautas de actividad física recomienda de 150-300 minutos a la semana de actividad física moderada o 75-100 minutos de actividad física más intensa o bien una combinación de ambas a la semana. También, las pautas actuales de actividad física destacan el valor de realizar períodos cortos de actividad física vigorosa intermitente (por ejemplo, de 5-10 minutos) para mejorar la salud cardiovascular.

La actividad física vigorosa (AFV), es una forma eficiente en el tiempo de alcanzar los niveles de actividad física recomendados (Actividad física apropiada. Páginas 60-62 de la Guía para controlar el colesterol). Existe una comprensión muy limitada de las cantidades mínimas y óptimas de actividad física vigorosa en relación con la mortalidad y la incidencia de enfermedades. Aproximadamente 30-50 minutos de actividad vigorosa por semana acumulados a través de períodos cortos se asocian con una menor mortalidad e incidencia de enfermedad cardiovascular y cáncer. Estos hallazgos, descritos recientemente, sugieren que la mortalidad prematura y las principales enfermedades crónicas pueden reducirse mediante la realización de cantidades relativamente modestas de AFV. Estos resultados pueden guiar futuras recomendaciones de actividad física y pueden mejorar los resultados en salud de la población.

En resumen, se recomienda seguir una actividad moderada-intensa de al menos  70-100 minutos a la semana. Por ejemplo, caminar a paso rápido (6 km a la hora), bicicleta, tenis o si se prefiere se pueden elegir otros ejercicios físicos. Por otra parte, caminar diariamente a buen paso al menos 30 minutos todos los días u otro tipo de ejercicio físico según las condiciones y preferencias de cada persona contribuye a mejorar la salud cardiovascular y la supervivencia.

Fuente: Europ Heart Journal (2022) 43, 4801–4814