Estos Reyes, haz galletas con tus niños

Meterse en la cocina con los peques ayuda a instaurar unos correctos hábitos alimentarios y a apreciar la comida casera. Las galletas son una estupenda opción para disfrutar haciéndolas en familia, se hacen con facilidad y, como su preparación es muy plástica, fomentan la creatividad de los niños, que las pueden decorar y moldear a su gusto. Eso sí, todo el proceso debe contar con la supervisión de un adulto, sobre todo, cuando el horno esté encendido.

Entre las opciones más simples y saludables están  las galletas de Reyes, en este caso podemos utilizar  margarina de oliva, light o enriquecida con esteroles vegetales. Para cuatro personas, solo se necesitan 170 gramos de harina, 50 gramos de azúcar y 125 gramos de margarina.

El primer paso: consiste en colocar estos ingredientes en un bol y mezclarlos bien con las manos. Es importante que los niños aprendan la necesidad de lavarse las manos antes de manipular los alimentos. Esta es una de las tareas que más disfrutan los pequeños. El objetivo es lograr una masa uniforme, y conseguir que se mezcle todo muy bien. Una vez conseguido, lo siguiente es estirar la masa con un rodillo hasta dejarla con el grosor que queramos para nuestras galletas.

Segundo paso: Llega otro gran momento para los niños, dar forma a las galletas. Para cortar la masa, lo mejor es utilizar moldes de plástico con formas originales. Si no disponemos de ellos, no hay problema: siempre podemos utilizar algún objeto que haya en casa, como un vaso de plástico colocado boca abajo, la tapa de un bote o algún juguete de los niños que se pueda lavar y que permita cortar la masa con formas.

Tercer paso: Colocar las galletas en una fuente de horno enharinada. También es importante que este paso lo hagan los niños. De esta manera aprenderán cómo aprovechar mejor el espacio y cómo ordenar las cosas con un criterio determinado.

Último paso: Un adulto debe introducir la bandeja con las galletas en el horno precalentado a 180ºC. Dejamos hornear durante 15 minutos y retiramos las galletas para dejarlas enfriar. Una vez templadas, ¡ya podemos disfrutar de ellas en familia!