¿Qué deben comer los niños con Hipercolesterolemia Familiar?

Numerosas familias con Hipercolesterolemia Familiar (HF) son conscientes de que tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria prematura, como angina, infarto de miocardio, etc.  Dado que la HF es una enfermedad de origen genético o heredada caracterizada por niveles elevados de colesterol desde el nacimiento, es fundamental ante la sospecha de HF, el diagnóstico precoz en la infancia, lo que posibilita comenzar a una edad temprana con las medidas preventivas, entre ellas una alimentación saludable.

En un niño con HF se puede comenzar a realizar modificaciones en la alimentación a partir de los dos años. Deben seguir una dieta variada, baja en grasas saturadas y colesterol, en la que la principal fuente de grasa será el aceite de oliva, pero sin olvidarnos de aportar los nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo y crecimiento del niño. Además es importante que mantengan un peso adecuado y realicen actividad física. Todo ello nos ayudará a concienciar a nuestros niños sobre la importancia de mantener unos hábitos de vida saludables, para evitar el tabaco cuando lleguen a la adolescencia, y continuar con estos hábitos en la edad adulta. Con el objetivo de conocer mejor los alimentos que deben formar parte de nuestra dieta cardiosaludable, a continuación les referimos algunas de las pautas a seguir:

Lácteos desnatados enriquecidos en los primeros años

La leche desnatada es saludable porque aporta proteínas de alto valor biológico y minerales como el calcio, esenciales para el crecimiento, evitando las grasas saturadas y el colesterol que contiene la leche entera.

No obstante, no debemos olvidar que con el desnatado se eliminan algunas vitaminas disueltas en la grasa como la A y la E. Actualmente en el mercado encontramos lácteos desnatados enriquecidos con estas vitaminas que aportarán a nuestros niños todos los nutrientes de la leche esenciales para su crecimiento aunque sin grasas saturadas.

Los quesos semigrasos y los desnatados también son buenos alimentos para aportar a nuestros niños calcio y proteínas.

Aceite de oliva como grasa principal

El aceite de oliva, constituyente básico de la dieta mediterránea, debe continuar siendo la grasa culinaria fundamental de la dieta, ya que además de aportarnos grasa de origen principalmente monoinsaturado, nos proporciona vitaminas y antioxidantes que previenen el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. Una tostada de pan con aceite de oliva y una pieza de fruta constituye un desayuno o una merienda estupenda para los niños.

Evitar la grasa saturada

La bollería industrial, las patatas chips, las chucherías, los embutidos en general (excepto los de pavo y pollo), la comida rápida los lácteos enteros y sus derivados son alimentos que contienen grasas saturadas en gran cantidad. Las grasas saturadas son el factor de la dieta que más aumenta el colesterol en sangre, por lo que este tipo de alimentos deben evitarse  o tomarlos de forma excepcional. Los niños pueden encontrar este tipo de alimentos en algunas ocasiones como cumpleaños, fiestas escolares etc. En estas situaciones que además no son muy frecuentes, no se recomienda nunca prohibir alimentos, ya que no queremos que se sientan distintos a los demás, simplemente debemos explicarles que esos alimentos se comen con moderación y en pequeña cantidad.

Comer más frutas, verduras y hortalizas

Los nutrientes, vitaminas y antioxidantes presentes en las frutas y verduras, sobre todo crudas, ayudan a protegernos frente a numerosas enfermedades, como la enfermedad cardiovascular y algunos tipos de cáncer. Además contienen muy pocas calorías y al ser productos vegetales carecen de colesterol.

Introducir la ensalada como principal guarnición para las comidas, meter una pieza de fruta en el almuerzo para el cole, en la merienda y/o en los postres, son algunas medidas que podemos adoptar para conseguir llegar a las 5 raciones recomendadas de fruta y verdura al día.

Comer más cereales integrales y legumbres

Los cereales integrales contienen más fibra que los refinados y además aportan mayor cantidad de vitaminas y minerales. Las legumbres también son muy ricas en vitaminas y minerales, hidratos de carbono complejos y fibra. Esta fibra “atrapa” parte del colesterol que ingerimos por la dieta, impidiendo así su absorción en el intestino. Además si combinamos cereales (pan, arroz, pasta…) con legumbres (garbanzos, lentejas, judías, guisantes…) obtendremos proteínas de alto valor biológico imprescindibles para el  crecimiento de nuestros niños.

Mejor carne de ave y pescado

Debemos procurar consumir mayor proporción de carnes de aves, conejo y pescado tanto blanco como azul, ya que estos alimentos poseen un menor contenido en grasas saturadas y colesterol si los comparamos con las carnes rojas y los embutidos. Además, el pescado azul es rico en ácidos grasos omega-3, que favorecen el desarrollo cerebral del niño y disminuyen en la edad adulta el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Hasta 3 huevos enteros por semana

Al contrario de lo que siempre se ha pensado, el consumo de huevos no está ligado a un aumento importante del colesterol sanguíneo. La clara del huevo no contiene colesterol por lo que no hay limitaciones en su consumo. En cuanto a la yema, si bien es cierto que tiene colesterol, su contenido en ácidos grasos monoinsaturados y ácidos grasos poliinsaturados como los omega-3 beneficiosos para la salud, supera ampliamente al de grasa saturada. También aportan proteínas de un excelente valor biológico, minerales como el hierro y muchas vitaminas, además,  son alimentos baratos y admiten multitud de maneras de cocinarlos, por lo que no pueden faltar en la dieta de nuestros niños.

La educación es fundamental

Si los niños entienden qué es la Hipercolesterolemia Familiar, es más probable que hagan una elección más correcta en los hábitos de vida, conocerán qué alimentos son los más saludables, la importancia de la actividad física y empezarán a ser conscientes del efecto nocivo del tabaco para evitar que se inicien en su consumo en el futuro. Si implantamos hábitos saludables en los niños, conseguiremos además que los mantengan en la edad adulta, ayudando de esta manera al control de la HF durante toda su vida.

Receta saludable para toda la familia

Hamburguesas de legumbres

Ingredientes :

500 g de garbanzos cocidos, 250g de guisantes cocidos, 1 rama blanca de apio, 1 cebolla, 2 tomates, unas hojas de lechuga, 1 diente de ajo, 1 manzana picada, 50 g. de almendras, 1 huevo batido, pan rallado, aceite de oliva, 4 panecillos para hamburguesas y salsa de tomate.

Preparación :

Lavar los garbanzos y los guisantes ya cocidos, escurrir y triturar. En una sartén con un poco de aceite de oliva sofreír el ajo y la cebolla picados, cuando la cebolla esté transparente, añadir el puré de guisantes y garbanzos. Incorporar el apio, la manzana y las almendras todo ello picado fino remover todo junto unos minutos hasta que se mezcle todo bien y retirar. Condimentar con pimienta negra recién molida y perejil picado. Cuando la mezcla esté templada, hacer las hamburguesas, pasándolas primero por harina, luego por el huevo batido y finalmente por el pan rallado. Calentar aceite de oliva en una sartén y dorar las hamburguesas a fuego medio, unos 5 minutos de cada lado (dependiendo del tamaño de las hamburguesas).

Montar cada hamburguesa con dos rodajas de tomate, una hoja de lechuga bien lavada previamente y la salsa de tomate en los panecillos.

Los niños deben participar en la elaboración de los platos

Esta será la mejor forma de que nuestros niños coman de manera saludable. En la receta que os proponemos esta semana los niños pueden ayudarnos a hacer las hamburguesas una vez que la mezcla esté templada y a pasarlas por el huevo, la harina y el pan rallado.

Como este plato es bastante contundente, os recomendamos que lo acompañéis de una ensalada ligera y una pieza de fruta para completar el menú.