EEUU regula el consumo de las grasas trans de los alimentos procesados

Las autoridades sanitarias de EEUU o Food and Drug Admnistration (FDA) acaba de iniciar una campaña para controlar el contenido de grasas trans en los alimentos procesados como una medida que podría salvar miles de vidas al prevenir la enfermedad cardiovascular. Las grasas trans se forman durante la hidrogenación parcial de aceites vegetales que se convierten en grasas semisólidas para su uso en el cocinado comercial y alimentos procesados. Y son más nocivas que las grasas saturadas. Esto se debe a que aumentan el colesterol-LDL (normalmente conocido como malo) y disminuyen el colesterol-HDL (conocido como bueno) actuando también sobre mecanismos de inflamación que aceleran el desarrollo de ateroesclerosis.

La denominada “guerra de las grasas” emprendida por EE.UU. hace más de una década persigue evitar el consumo de alimentos con grasas trans. Ya en 1999 la FDA propuso que los fabricantes de alimentos tuvieran que indicar el contenido de grasas trans en las etiquetas de información nutricional, dada la preocupación generalizada de salud pública. Este requisito entró en vigor en 2006.

No obstante, todavía existen muchos alimentos procesados hechos con aceites parcialmente hidrogenados (PHO, por sus siglas en inglés), la principal fuente de grasas trans artificial en los alimentos. Las grasas trans se han relacionado con un mayor riesgo de padecer enfermedades coronarias, en las que una acumulación de placa en el interior de las arterias puede provocar un ataque al corazón. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) estiman que una mayor reducción de las grasas trans en los alimentos puede prevenir, anualmente, 7,000 muertes adicionales a causa de enfermedad coronaria, y hasta 20,000 ataques de corazón al año.

Alimentos seguros

Parte de la responsabilidad de la FDA con la población es garantizar que los alimentos en el suministro alimentario estadounidense sean seguros. Por lo tanto, debido a los riesgos derivados del consumo de aceites parcialmente hidrogenados, la FDA ha publicado un aviso en el Registro Federal con la determinación preliminar de que los aceites parcialmente hidrogenados ya no se “consideran seguros, en general” —o “GRAS”, por sus siglas en inglés y para abreviar—. Si la determinación preliminar se vuelve definitiva, los aceites parcialmente hidrogenados pasarían a ser aditivos alimentarios y estarían sujetos a la aprobación de la FDA antes de su comercialización. De acuerdo con las leyes estadounidenses, los alimentos que contienen aditivos no aprobados se consideran adulterados, lo que quiere decir que no pueden venderse legalmente.

Si la FDA determina que los aceites parcialmente hidrogenados no son sustancias GRAS, esto podría, en efecto, significar el fin de las grasas trans artificiales producidas industrialmente en los alimentos, comenta Dennis M. Keefe, director de la Oficina de Seguridad de los Aditivos de la FDA. Las grasas trans no desaparecerían completamente, señala Keefe, ya que también se acumulan naturalmente en pequeñas cantidades en la carne y en los productos lácteos. También están presentes en cantidades muy pequeñas en otros aceites comestibles, tales como los totalmente hidrogenados, en los que no es posible evitar producirlas durante el proceso de fabricación.

En España

En España, dado que en un informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN, 2010) se demuestra que el contenido de grasas trans de la dieta española se ha reducido en los últimos años, y que el contenido de grasas trans es bajo para la mayoría de alimentos que se procesan actualmente en nuestro país, no se ha considerado prioritaria la regulación sobre el uso de estas grasas, solo existe la recomendación de las autoridades sanitarias a las empresas alimentarias para que minimicen su uso. Estas, sin embargo, no están obligadas ni siquiera a informar en el etiquetado de su presencia.

No obstante, el Reglamento (UE) nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo del 25 de octubre de 2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, dejó ya una puerta abierta para incluir el contenido de grasas trans en el etiquetado, señalando que en relación con los ácidos grasos trans, la Comisión Europea prepararía un informe, en un plazo de 3 años, que podría acompañarse de una propuesta legislativa, por lo que se espera que haya novedades al respecto en el próximo año.

Los aceites parcialmente hidrogenados pueden encontrarse en muchos alimentos procesados, tales como los productos horneados y congelados a los que los estadounidenses cortos de tiempo recurren para alimentar a sus familias. Desde los años 50, han sido ampliamente utilizados como ingredientes para aumentar el tiempo de conservación de los alimentos y estabilizar su sabor. Sin embargo, con el tiempo, varios estudios han relacionado a las grasas trans —producidas al agregar hidrógeno a los aceites vegetales para hacerlos más sólidos— con las enfermedades del corazón.

Un informe publicado en 2002 por el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias, descubrió una correlación directa entre el consumo de grasas trans y niveles más elevados de colesterol-LDL y, por lo tanto, con un riesgo mayor de padecer una enfermedad del corazón.

Keefe indica que, aunque el requisito de la FDA de incluir las grasas trans en la etiqueta de información nutricional entró en vigor en enero de 2006, los consumidores se tomaron seriamente las advertencias sobre los peligros que éstas conllevan para la salud desde el principio. Al poco tiempo de publicarse la norma definitiva de la FDA en 2003, empezaron a consultar dicha información para evitar los alimentos con grasas trans. Siguiendo los pasos de los consumidores, los fabricantes de alimentos procesados siguieron el ejemplo y voluntariamente cambiaron la formulación de sus alimentos para reducir o eliminar las grasas trans.

No obstante todavía es posible encontrar grasas trans en alimentos procesados de comida rápida como:

  • galletas saladas, galletas dulces, bollería industrial, pasteles, tartas congeladas y otros alimentos horneados
  • palomitas de maíz para el microondas
  • patatas fritas “de bolsa” procesadas con este tipo de grasas
  • pizzas congeladas
  • mantecas vegetales
  • cremas para café
  • productos de masa refrigerada (tales como bollos y rollos de canela)
  • glaseados listos para usar

Aunque en España no hay todavía una legislación que obligue a indicar la presencia de ácidos grasos “trans” en el etiquetado, en la lista de ingredientes de este tipo de productos pueden encontrarse grasas hidrogenadas o aceites vegetales hidrogenados o parcialmente hidrogenados, que a menudo indican la presencia de grasas “trans”, lo que puede resultar de gran ayuda para el consumidor.