Pandemia de obesidad y Covid-19

Desde la aparición de la pandemia de la covid-19 nunca hubo tanta gente interesada por la ciencia en la historia de la humanidad. Recientemente, un editorial publicado en la revista médica British Medical Journal (BMJ) destaca que cada vez hay más pruebas de que la obesidad es un factor de riesgo de sufrir consecuencias graves cuando se contrae el coronavirus. Y los autores concluyen que la covid-19 es un grave problema de salud exacerbado por la pandemia de obesidad existente.

Antes de que llegase el coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba que al menos 2,8 millones de personas fallecían en el mundo a causa de obesidad o sobrepeso. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes e incluso el cáncer son algunos de los problemas que pueden surgir por el exceso de peso. Desde hace unos meses, la covid-19 es otra dolencia más que afecta de manera desproporcionada a los obesos.

Los investigadores del Reino Unido, emplean datos recogidos en el estudio OpenSAFELY y calculan que la probabilidad de sufrir una infección grave por coronavirus se incrementa en un 44% en las personas con sobrepeso y casi se dobla en las que sufren obesidad. Las probabilidades de morir por la enfermedad también crecen con el exceso de peso.

Numerosos mecanismos podrían explicar esta relación. Una de las posibilidades es la expresión de una proteína que el SARS-CoV-2 utiliza como puerta de entrada en las células humanas y que es más abundante en las personas con obesidad. El tejido graso podría ser también un reservorio en el que se acumula el virus antes de comenzar a extenderse a otros órganos.

“La obesidad también puede alterar la respuesta inmune, como se ha observado con el virus de la gripe, debilitando las defensas del paciente y aumentando las probabilidades de que se produzca una excesiva respuesta inflamatoria”, escriben los autores. Una respuesta descontrolada de las defensas del organismo ante el virus, es una de las formas en que mata la covid-19.

Por último, la obesidad también reduce el funcionamiento de los pulmones y hace más difícil ventilar a estos pacientes cuando requieren de cuidados intensivos. De hecho, la obesidad duplica el riesgo de necesitar ventilación en los afectados por la enfermedad.

El editorial apunta a que esta pandemia de obesidad que agrava la pandemia vírica es el resultado de vivir en entornos alimentarios en los que resulta difícil no consumir calorías en exceso. La industria alimentaria global produce y promociona bebidas azucaradas y productos ultra-procesados baratos con alto contenido de sal, azúcar, grasas saturadas y grasas trans que solo producen una sensación de saciedad transitoria. “Los Gobiernos han hecho demasiado poco para limitar la expansión de este tipo de alimentos. Ahora está claro que la industria alimentaria comparte la culpa no solo de la pandemia de obesidad sino también por la gravedad de la covid-19 y sus devastadoras consecuencias”, añaden.

Los expertos del Reino Unido denuncian también que la industria ha aprovechado la crisis para lanzar campañas de responsabilidad social con intenciones promocionales. Estas maniobras las ejemplifican en la campaña realizada en el Reino Unido para ofrecer medio millón de “sonrisas” en forma de donuts para trabajadores de la sanidad pública británica.

El editorial finaliza con una demanda para que la industria alimentaria deje de promocionar alimentos y bebidas poco saludables. Una reducción en las cantidades de sal, azúcar y grasas saturadas mejoraría la dieta de toda la población y en particular aportaría mayores beneficios a las personas más pobres.

Los problemas provocados por la covid-19 y agravados por la obesidad son, en opinión de los investigadores, un motivo más para acelerar las medidas contra una pandemia que seguirá matando a cientos de miles de personas hasta que aparezca una vacuna que nos proteja del coronavirus.

Con respecto a la salud pública, es importante comunicar los riesgos sin causar ansiedad. Se debe alentar a las personas de todo el mundo a mejorar sus hábitos de vida para disminuir el riesgo de la Covid-19. La recesión económica resultante puede empeorar la obesidad, especialmente en los más vulnerables, un riesgo que los gobiernos deben abordar cuando salimos de la pandemia actual. De hecho, esta pandemia ha puesto de relieve que se debe hacer más, no menos, para hacer frente y prevenir la obesidad en nuestra sociedad.

Fuente: BMJ 2020;369:m2237 y Fundacion HF