Teresa Rivero Rodríguez

54 años
Nacida en Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real), residente en Madrid

Teresa es uno de los mejores ejemplos de esas personas entusiastas a partir de la cual una familia logra conocer si está afectada de hipercolesterolemia familiar (HF). Teresa tuvo dos niños muy joven, y muy seguidos. Cuando quiso adoptar un sistema de contracepción, un amigo médico le dijo que, habida cuenta de sus antecedentes familiares, debería mirarse antes. Y, efectivamente, era portadora de HF.

Teresa pertenece a una familia en la que su madre padecía la HF, aunque falleció a los 87 años sin haber sufrido ningún episodio cardiovascular. Otra cosa han sido sus hermanos, los dos mayores intervenidos de cirugía cardiaca y el tercero fallecido de muerte súbita a los 36 años. Sus dos hijos, ella de 30 y él de 28 años, viven, según ella misma dice, “tragándose el mundo”, y como madre se pone en su lugar, porque es muy difícil que a esta edad cobren conciencia de la gravedad del asunto. Y, sin embargo, después de haber vivido la trayectoria que ha seguido el tratamiento de esta enfermedad, ella logra el control de sus cifras de colesterol con la combinación de estatinas y ezetimiba, y cree que con eso y llevar medianamente la dieta se consiguen cifras muy aceptables sin demasiado esfuerzo. En Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real), de donde procede y adonde llevó al equipo de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, consiguió reunir a una cuarentena de familiares para que se analizaran y obtuvieran información de la HF de la manera más directa. Es uno de esos magníficos casos de entusiasmo en la divulgación familiar que permite el tratamiento de muchas personas que, en otra situación, permanecerían ignorantes de las dolencias que pueden aquejarles.