Rosario Pérez Yagües

46 años
Orihuela (Alicante)

Rosario presentó la primera angina de pecho a los 41 años y un año después, le colocaron el primer stent (dispositivo para abrir la arteria coronaria obstruida) y le aumentaron el tratamiento para reducir el colesterol (Atorvastatina y Ezetrol). A la vez le añadieron nueva medicación con Plavix, Adiro y Tenormin. Hace un año, presentó de nuevo una angina y le colocaron un segundo stent en la misma arteria. Por la rama paterna (su padre tenía elevado el colesterol) la mayoría de sus tíos presentan hipercolesterolemia y en sus antecesores al menos cuatro fallecieron de infarto de miocardio antes de los 50 años.

Rosario recuerda que tiene el colesterol elevado (más de 320 mg/dl) desde los 12 años. Pero los médicos no lo dieron importancia y no comenzó el tratamiento hasta los 29 años. A partir de los 37, empezó a notar un mayor cansancio y comenzó un peregrinaje por diversos médicos que lo relacionaron con ansiedad. Hasta que cuatro años después, y a raíz de su primera angina, se demostró que el problema estaba en la obstrucción de sus arterias coronarias debido a la hipercolesterolemia familiar (HF). Tiene dos hijos y uno tiene hipercolesterolemia y está en tratamiento desde los 15 años. También una de sus dos hermanas de 36 años tiene hipercolesterolemia y tampoco los médicos habían prestado demasiada importancia pese a sus antecedentes, aunque desde hace un año ya sigue tratamiento farmacológico.

Rosario, que participa en el estudio de seguimiento de familias, trabaja en un hospital y nos recuerda que nunca ha fumado, que realiza una dieta saludable y hace ejercicio físico regularmente.

Ahora se encuentra más animada y dice que va a comenzar a realizar baile de salón. Espera que su caso sirva como ejemplo para concienciar a las autoridades sanitarias y a los médicos de la importancia del diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de la HF.