Kevin Serrano Salazar

10 años, 5º de Primaria
Vilanova del Camí (Barcelona)

Kevin se enteró hace dos años de que tenía el colesterol alto porque su madre, María José, le llevó al pediatra por sobrepeso. “Le detectaron más de 300 de colesterol y dijeron que era mucho, que fuera al especialista”, explica Mª José. A Kevin le pusieron a régimen y se lo tomó muy en serio: perdió más de diez kilos. Pero el colesterol no le ha bajado a penas. “La doctora Panisello nos ha dicho que es aún muy joven para darle pastillas y le estamos dando una margarina con esteroles vegetales que reducen el colesterol. Al principio, se asustó un poco. “Mamá, ¿me voy a morir de esto?” preguntó. Pero ahora dice que no está preocupado. “Cuando sea mayor si no bebo ni fumo (¡nunca he probado un cigarro, eh!), pues no me pasará nada y estaré bien”, dice Kevin. Y cuenta que ya no come “cosas malas”, como bollos, embutido… “Al principio me costó un poquillo… pero ya estoy más acostumbrado”, comenta. Y dice que hace deporte todos los días. Y que piensa ir a la universidad y hacerse periodista. Su hermana Nayara tiene sólo 2 años y aún no le han mirado si tiene colesterol. Por si acaso, su madre trata de que coma sano, como Kevin. Con quien lo lleva peor es con su marido, Juan Carlos, de 33 años, al que descubrieron colesterol elevado, como a sus tres hermanos y a su madre, a raíz de detectárselo a Kevin. “Le toca comer fuera de casa y no hace régimen ni va al médico”, comenta María José. Kevin, ya sabes, tienes que convencer a tu padre de que siga tu buen ejemplo.