Concha Molina Checa

54 años
Sevilla

Concha es médico de familia y presentó un infarto de miocardio a los 38 años. En ese momento se le realizó una angioplastia con colocación de un stent. Unos meses después se le realizó un doble bypass coronario. A los 42 años por obstrucción de la arteria subclavia derecha se le colocó otro stent. Y en el 2010, con 50 años, por presentar episodios de angina de pecho se le implantaron de nuevo 3 stents en la coronaria derecha. Hasta los 18 años, cuando comenzó a presentar depósitos de colesterol alrededor de los párpados (xantelasmas), no supo que su colesterol estaba elevado, a pesar de tener numerosos antecedentes familiares de hipercolesterolemia familiar (HF) por parte paterna: su padre, dos hermanos, tíos y primos. Afortunadamente, según nos dice, su única hija no la ha heredado. Concha ha llegado a tener cifras cercanas a los 500 mg/dl y desde que presentó el infarto toma regularmente estatinas.

En la actualidad sigue tratamiento con Rosuvastatina 40 mg, Ezetrol 10 mg, además de aspirina y tres fármacos más para proteger el corazón. Concha sigue revisiones periódicas en el Hospital Virgen del Rocío, donde los doctores José Villar y Ovidio Muñiz la diagnosticaron con estudio genético de HF grave y está incluida en el estudio de seguimiento de familias con HF que realiza la Fundación Hipercolesterolemia Familiar. A pesar del tratamiento farmacológico intenso ha seguido con episodios de angina de pecho y con colesterol superior a 300 mg/dl. Por este motivo en el año 2007 entró en un programa de LDL-aféresis que se realiza cada dos semanas y además de lograr controlar sus cifras de colesterol, desde hace más de un año han desaparecido sus episodios de angina y también han mejorado las lesiones de ateroesclerosis coronarias.

Concha realiza una dieta saludable, camina diariamente una hora, toma la medicación regularmente y realiza sus revisiones periódicas. “Ahora puedo desarrollar mi vida con total normalidad”, comenta, y nos ha querido aportar su testimonio con la finalidad de concienciar a las personas con HF y a los profesionales sanitarios de que una detección precoz de la HF puede evitar la presencia de la enfermedad coronaria.