Carmen Catalán Rubio

50 años
Vecina de Madrid

Carmen descubrió que tenía el colesterol alto y en ocasiones también los triglicéridos desde “muy jovencilla”, pero fue concretamente en la consulta ginecológica cuando descubrió que tenía colesterol de origen familiar, igual que su madre y su familia materna.

En los últimos años, ha sufrido dos episodios de angina de pecho (los años 2000 y 2002) debido a una estenosis coronaria (estrechamiento de las arterias del corazón). También presenta estenosis en las arterias de las piernas. Como es frecuente en las personas con Hiperlipemia Familiar Combinada (HFC), también sufría una ligera hipertensión arterial.

Todo ello ha hecho que le haya cambiado la vida “en todo”. Lo principal, según sus palabras, es “aprender a vivir con el miedo”. También le molesta “tener que salir por narices todos los días a caminar”. Su alimentación sin embargo, no ha cambiado, porque ya estaba habituada a comer sin grasas.

Los episodios cardiovasculares sufridos le han hecho que vaya a nadar tres días por semana, además de caminar todos los días, y seguir un tratamiento con estatinas y ezetimiba, gracias al cual se encuentra bien. Además, tiene un hijo, pero no ha heredado este trastorno.

El de Carmen Catalán es un caso de Hiperlipemia Familiar Combinada (HFC), algo que a veces puede confundirse con el Síndrome Metabólico (SM), aunque son trastornos bien distintos que requieren diferentes tratamientos: en el caso de Síndrome Metabólico, es perfectamente posible conseguir mejoras con la simple pérdida de peso, algo que no ocurrirá si se trata de una Hiperlipemia Familiar Combinada, que requiere, además de medidas dietéticas, tratamiento farmacológico.